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Descubra nuestra nueva gama de chalotas y cebollas rosadas de Bretaña

Llevamos tiempo trabajando en este proyecto y ahora por fin se hace realidad.
Nos complace presentarles nuestra nueva gama de chalotas tradicionales y cebollas rosadas de Bretaña, con un envase de marca diseñado para combinar autenticidad, diferenciación y sostenibilidad.

Una nueva oferta de chalotas y cebollas adaptada a las necesidades de los distribuidores y minoristas

Con esta nueva gama, nuestro objetivo es claro: acompañar a nuestros socios B2B en la valorización de las chalotas y cebollas rosadas, productos emblemáticos de Bretaña.

Nuestros compromisos:

  • Ofrecer a nuestros clientes envases diferenciadores.
  • Dar a los productos la visibilidad que se merecen: cualitativos y accesibles.
  • Recordar la historia y las características para orientar al consumidor.
  • Crear un efecto de gama en los lineales con un color por referencia.
  • Valorar el trabajo de nuestros productores socios y de nuestros equipos.

Formatos disponibles:

  • Cebollas chalotas trenzadas: 500 g
  • Cebollas chalotas en filetes: 250 g y 500 g
  • Cebollas rosadas de Bretaña en filetes: 1 kg

Envases 100 % ecodiseñados

En un contexto en el que los distribuidores y los consumidores buscan soluciones más responsables, le ofrecemos una gama nueva de chalotas tradicionales y cebollas rosadas de Bretaña que es una oferta ecológica.

  • Las trenzas de chalotas se realizan con tutores de bambú e hilo de lino: 100 % compostables.
  • Las redes están fabricadas íntegramente con celulosa de madera: también 100 % compostables.
  • Las etiquetas son de papel sin tratar: 100 % reciclables.

Con esta nueva presentación, nuestra ambición es sencilla: ofrecerle productos emblemáticos de Bretaña en un envase práctico, responsable y atractivo, que facilite su exposición en las tiendas y su selección por parte de los consumidores.

📩 ¿Alguna pregunta? Póngase en contacto con nuestro equipo comercial 👉 T. 33 2 98 19 51 00 | info@pouliquen.com

 

Es raro encontrar a Jean-Marc sentado mucho tiempo en su escritorio. Responsable de explotación en Pouliquen desde 2008, este hombre alto, de silueta esbelta y mirada azul pícara, pasa su tiempo entre el taller de envasado y las oficinas. Siempre en movimiento, siempre disponible, encarna a su manera la energía de la empresa.

De la mecánica a la explotación

Procedente de una familia de agricultores (producción lechera y patatas), Jean-Marc se orientó tras el bachillerato hacia un BTS en mecánica y automatismo industrial. En 2003, poco después de obtener su título, se incorporó a la empresa para encargarse del mantenimiento de las máquinas. «Todo lo he aprendido aquí», confiesa. «En el BTS ves muchas cosas, pero lo vuelves a aprender todo una vez que estás en la empresa. El trabajo depende de las máquinas. » En sus inicios, el taller era muy diferente: menos estructurado, menos automatizado. Con su compañero de entonces, André, hoy jubilado, aprendió a reparar, ajustar y mejorar los equipos.

Una confianza ganada sobre el terreno

En 2008, Jean-Marc pasó a ser responsable de explotación. Una evolución natural, marcada por la confianza que le otorgó la dirección. «El hecho de que me pidieran participar en las reestructuraciones fue una verdadera muestra de confianza. Y eso es importante». Desde entonces, Jean-Marc dirige un equipo de entre 10 y 15 personas, según la temporada, vela por el buen funcionamiento del parque de máquinas y se asegura de que todos los pedidos salgan a tiempo.
Pero su función va mucho más allá de las paredes del taller de embalaje. Calidad, logística, recursos humanos, comercio… Él es el enlace con todos los departamentos. «Las herramientas de mensajería son prácticas. Pero nada sustituye al ser humano, a una conversación real», subraya.

Gerente, sí… pero siempre al servicio del colectivo

¿Qué es lo que más le gusta? El ambiente y el espíritu de equipo. «Me gusta gestionar, ayudar a mis compañeros, echar una mano aquí y allá». Y cuando se le pregunta si se ve en otro lugar, la respuesta es inmediata: «No me veo haciendo otra cosa».

Los sábados, papá se encarga

Una vez fuera del edificio, Jean-Marc asume otro papel que también desempeña desde hace muchos años: el de padre de tres hijos. «Mi mujer trabaja todos los sábados. Así que ese día soy yo el taxi familiar: deportes, amigos, cumpleaños…». Los domingos son días de descanso: «Es el único día en el que estamos todos juntos. Así que lo aprovechamos».
Con su franqueza, su disponibilidad y su sentido de la colectividad, Jean-Marc ilustra bien lo que hace la fuerza de Pouliquen: un equipo unido, en el que cada uno encuentra su lugar y contribuye al avance de la empresa.

Con su pulpa fundente y su ligero sabor a castaña, el potimarrón se ha convertido en una de las hortalizas estrella del otoño y el invierno. Variedad destacada de la familia de las cucurbitáceas, el potimarrón le ofrece una ventaja de temporada muy valorada por sus clientes, sea cual sea el mercado europeo en el que opere. En Pouliquen, como especialistas en verduras frescas con sede en Bretaña, acompañamos a nuestros clientes en el abastecimiento de este producto de calidad durante toda la temporada.

Fuerte aumento del consumo de potimarrón en Europa

En los últimos años, el consumo de calabazas (calabaza común, calabaza moscada, potimarrón) ha registrado un crecimiento constante en los mercados europeos. En 2024, la Unión Europea consumió más de 2,6 millones de toneladas de calabazas, un mercado estimado en 3.500 millones de dólares. Las previsiones apuntan a un crecimiento continuado, con 2,9 millones de toneladas previstas para 2035*.

Si bien Italia, Francia y Polonia concentran cerca del 60 % del volumen*, Alemania y el Reino Unido también muestran una fuerte demanda, impulsada por la tendencia de la “comida reconfortante” y por el atractivo que tienen los productos naturales y de temporada para los consumidores.

En este contexto, el potimarrón encuentra su lugar: encarna la convivencia del otoño, una cocina sana y sabrosa, y goza de una imagen auténtica. Su popularidad se extiende desde los hogares hasta los restaurantes gastronómicos, que lo valoran en cremas, gratinados, ñoquis o incluso en postres originales.

Las ventajas del potimarrón para los mercados profesionales

El potimarrón es apreciado por:

  • Su tamaño práctico: entre 800 g y 1,5 kg, ideal tanto para el consumo familiar como para la restauración colectiva.
  • Su clara estacionalidad: disponible de octubre a enero, responde perfectamente a las expectativas de los consumidores que buscan verduras de otoño e invierno.
  • Su conservación natural: se mantiene bien, lo que garantiza una comercialización regular durante varios meses.
  • Su versatilidad culinaria: sopa, puré, asado, gratinado o incluso repostería, el potimarrón seduce a todos los públicos.

Para los profesionales, representa una excelente oportunidad de negocio: un producto reconocido, con gran potencial de ventas, fácil de valorizar tanto en los lineales como en la carta de un restaurante.

Pouliquen: un socio experto en potimarrón

Ubicados en Cléder (29), en el corazón de la cuenca hortícola bretona, contamos con un profundo conocimiento del potimarrón y de sus condiciones de producción. Esta implantación local constituye una gran ventaja para:

  • garantizar un seguimiento cercano de los cultivos,
  • asegurar una calidad constante durante toda la temporada,
  • responder a las demandas específicas de los clientes en términos de calibres y envases.

Como proveedor reconocido en Francia y Europa, trabajamos con la gran distribución, mayoristas, importadores y profesionales de la restauración. Gracias a nuestra experiencia en el comercio y a nuestra eficaz logística, aseguramos envíos a los principales mercados europeos (Francia, Alemania, Suiza, Reino Unido, Italia, España, Polonia) y más allá (Estados Unidos, Dubái, La Reunión, etc.).

Un producto de temporada para valorizar en sus mercados

El potimarrón responde a todas las tendencias actuales: es una hortaliza de temporada, sana, sabrosa y versátil, muy apreciada por los consumidores. Para los profesionales, ofrece una gran oportunidad de dinamizar las ventas en otoño e invierno.

Con Pouliquen, se beneficia de un proveedor de confianza, capaz de garantizarle volúmenes adecuados, una calidad controlada y una logística fluida en Francia y en el extranjero.

Descubra más sobre este producto aquí: https://www.pouliquen.fr/fr/produit/potimarron/ 
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De la parcela al envasado: imágenes de un cultivo exigente y 100 % bretón
En Pouliquen, la chalota tradicional de Bretaña es mucho más que un producto de catálogo: es una especialidad, un saber hacer transmitido desde hace más de 100 años, un fuerte apego a un terruño único.
Hoy le llevamos al campo, junto a uno de nuestros productores asociados, para seguir las principales etapas de este cultivo emblemático, desde la plantación hasta el envasado.

11 de febrero: plantaciones en Sibiril

El tiempo es seco, pero sopla un viento fresco sobre el montículo de Sibiril (29), donde Eric Lejeune, uno de nuestros productores asociados de Prince de Bretagne, planta este año sus chalotas tradicionales.
La parcela se preparó minuciosamente el día anterior: se refinó la tierra y se colocaron lonas perforadas según el calibre de los bulbos que se plantarán. Estas lonas, indispensables para controlar las malas hierbas y preservar la humedad, se recogerán después de la cosecha y se enviarán a un centro de clasificación.
👉 La plantación es totalmente manual: cada bulbo se inserta uno a uno, en la dirección correcta y a la profundidad adecuada. Un trabajo de precisión que garantiza el buen desarrollo de la planta. Se necesitan 110 horas de trabajo por cada hectárea.

25 de marzo: brotación

Seis semanas más tarde, la parcela comienza a teñirse de verde. Los brotes jóvenes ya alcanzan casi los 10 cm. El clima suave y estable favorece una brotación homogénea.
En el paisaje, las hileras de chalotas forman matas bien alineadas: una promesa de regularidad y calidad.

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6 de mayo: crecimiento activo

Las lonas negras han desaparecido casi por completo bajo el vigor de las hojas. Los bulbos comienzan a formarse en la superficie del suelo.
Un equilibrio ideal entre sol y lluvia: todo apunta a una buena temporada. Si el tiempo sigue siendo tan benigno, la cosecha podría comenzar antes de lo previsto.

2 de junio: recta final

Han pasado 17 semanas desde la plantación. ¡Se acerca la fecha de la cosecha! Las largas hojas de las chalotas se inclinan bajo la brisa bretona de este final de primavera. Los bulbos ya son bien visibles. Cada chalota plantada dará este año entre 5 y 7 chalotas. La experiencia de nuestros productores permite ajustar con precisión el momento adecuado para la recolección. Solo hay que tener un poco más de paciencia…

12 de junio – Recolección manual de las chalotas

¡Ya está aquí! Es el día de la recolección de las chalotas. La cosecha es buena.
Al igual que la plantación, la recolección de los bulbos se realiza a mano. Es un trabajo tedioso, que requiere unas cien horas, pero necesario para este pequeño allium tan especial y tan codiciado.
Para esta cosecha temprana, las chalotas se ventilarán durante varios días, para poder ofrecérselas lo antes posible. Las chalotas de las otras parcelas permanecerán en tierra unos días más antes de ser arrancadas a su vez, para luego pasar una semana secándose en el campo, al sol y al viento. A continuación, se pueden envasar o almacenar en una cámara frigorífica ventilada, para ser comercializadas más adelante durante el año.

👉 Ahí radica toda la diferencia con la chalota de semillero: aquí no hay mecanización a gran escala ni multiplicación por semillas. Solo un ciclo vegetativo natural y lento, y una atención constante para conseguir un sabor inimitable. La chalota tradicional de Bretaña no es una variedad de cebolla, sino una hortaliza por derecho propio.

Novedad 2025: una gama premium a su medida

Esta campaña también marca la llegada de un nuevo envase diseñado por Pouliquen para la chalota tradicional y la cebolla rosada de Bretaña.
✔️ Mallas y trenzas modernizadas, con etiquetas a doble cara, para contar la historia del producto y destacar sus cualidades.
✔️ Un diseño cuidado, con colores naturales y brillantes, que realza sus estanterías y llama la atención.
✔️ Materiales ecológicos: etiqueta de papel, red de celulosa, cordón de lino, tallo de bambú.

¿Nuestro objetivo? Ofrecer un producto premium, fiel a sus orígenes, que responda a las expectativas de sus clientes: transparencia, naturalidad y responsabilidad.

Establecidos desde 1917 en Finisterre, nos comprometemos a defender este sector excepcional, a valorizar el trabajo de nuestros socios y a ofrecerle productos a la altura de sus exigencias.

Para obtener más información sobre nuestros envases o programar sus pedidos: info@pouliquen.com | +33 (0)2 98 19 51 00

Este lunes por la mañana, el tiempo es suave en Plouescat, en el norte de Finisterre. En una de estas parcelas, Jean-Paul Jacq y sus dos empleados llevan trabajando desde las 7 de la mañana. Con el cuchillo en la mano, las cajas se llenan de coliflores de colores sorprendentes: violeta intenso, naranja brillante. A pocos metros, en el remolque, Georges coloca con delicadeza las cabezas recolectadas para evitar que se dañen. La precisión de los movimientos, la regularidad del ritmo: todo indica que esta hortaliza no es como las demás.
En Pouliquen, nos comprometemos a seguir de cerca la producción local de las verduras frescas que ofrecemos. Hoy os llevamos a conocer a uno de nuestros productores asociados, pionero de la coliflor de colores francesa.

La col de colores: una historia de diversificación

Instalado desde 1992 en la explotación familiar, Jean-Paul Jacq cultiva hoy 35 hectáreas de hortalizas diversas: chirivía, rábano negro, raíz de perejil, zanahorias multicolores… y, por supuesto, col romanesco y coles de colores. Una producción que desarrolla desde 2007, tras leer un artículo que alababa el desarrollo de esta hortaliza en los mercados norteamericanos. «En lugar de ampliar, decidimos diversificarnos», explica con una coliflor morada en la mano.
La apuesta ha dado sus frutos. En pocos meses, los primeros ensayos resultaron concluyentes y rápidamente despertaron el interés de los comerciantes. Al año siguiente, en 2008, se constituyó un grupo de productores dentro de la SICA. Hoy en día, ocho agricultores, desde Plouescat hasta Saint-Martin-des-Champs (29), cultivan coliflor de colores en Finisterre.

Una verdura llena de color… y de exigencias

La coliflor de colores se presenta en tres variedades: morada, naranja y verde. Sus colores naturales, que se mantienen bien durante la cocción, seducen cada vez más a los profesionales de la restauración por su capacidad para alegrar los platos, tanto en preparaciones crudas como cocinadas. Su sabor es similar al de la coliflor blanca, pero su aspecto visual la convierte en un ingrediente ideal para platos creativos y coloridos.
En cuanto a la producción, los requisitos son específicos. A diferencia de la coliflor blanca, que se cultiva principalmente para obtener calibres grandes (alrededor de 10 000 plantas/ha), la coliflor de colores se planta más densamente, hasta 17 000 plantas por hectárea, para favorecer las cabezas de menor tamaño. Esto permite una mayor regularidad en los calibres, muy apreciada en los supermercados y en la restauración.
Otra particularidad es que el envasado se realiza directamente en el campo. Se trata de una etapa delicada, ya que el producto es más frágil y se marca fácilmente. «Se necesita a alguien cuidadoso en el remolque para colocar cada coliflor en su caja sin dañarla», insiste Jean-Paul. Esto también justifica su posicionamiento premium en los mostradores.

Amplia disponibilidad para un suministro fluido

La coliflor de colores está disponible de junio a octubre.
La parcela que visitamos hoy, a pocos kilómetros de la granja, se plantó a principios de abril y se cubrió con lonas durante las primeras semanas para acelerar su crecimiento, pero sobre todo para proteger las plantas jóvenes de las liebres y las palomas, que también son muy aficionadas a este producto.
Este amplio periodo de producción estival es una verdadera ventaja para los profesionales del sector fresco. En Pouliquen, nos permite ofrecer un suministro regular de coliflor de colores francesa, con productos cuidadosamente envasados y listos para ser enviados a sus plataformas logísticas, tanto en Francia como para la exportación.

La coliflor de colores francesa, un producto original, un saber hacer local

Más allá de la técnica, lo que se percibe en Jean-Paul y su equipo es una verdadera sensibilidad. Una atención al detalle, a la frescura, al gesto justo. «No producimos volumen a cualquier precio. Prestamos atención a la calidad y al aspecto visual. Eso es lo que esperan nuestros clientes».
Compartimos esta exigencia. Por eso hemos decidido apostar por esta cadena de coliflor de color francés, impulsada por productores comprometidos miembros de Prince de Bretagne, en una región reconocida por la excelencia de sus productos hortícolas.

¿Desea obtener más información sobre nuestra disponibilidad de coliflor de colores?

Póngase en contacto con nuestro equipo comercial. Le ayudaremos a seleccionar, transportar y envasar el producto que mejor se adapte a sus mercados.

📍Origen: Francia (Bretaña – Finisterre)
🎨 Variedades: violeta, naranja, verde
📅 Disponibilidad: de junio a octubre

Hélène se incorporó al equipo de Pouliquen en noviembre de 2023 como responsable administrativa y financiera. Comparte oficina con Servann, aprendiz de asistente administrativa, y Loïc, responsable de calidad. Hélène es una mezcla perfecta de rigor y buen humor, que contribuye a estructurar la empresa en su evolución y a que los proyectos sean más eficaces.

Una experiencia profesional marcada por el sector agroalimentario

Hija de agricultores, Hélène siempre ha sentido una gran afinidad por el sector agroalimentario. Tras estudiar Ciencias Económicas, tuvo la oportunidad de incorporarse a un gran grupo agroalimentario, donde ascendió desde controladora de gestión junior hasta directora administrativa y financiera. Durante 23 años se dedicó plenamente a esta empresa, hasta que sintió la necesidad de un nuevo reto: «Tenía la impresión de haber llegado a un punto muerto. Quería encontrar un puesto que me aportara un nuevo impulso intelectual».

Supervisar, estructurar, transmitir

En Pouliquen, Hélène supervisa la contabilidad de la empresa, gestiona la tesorería diaria y se encarga de las relaciones con los proveedores, los bancos, el contable y el auditor. Uno de los grandes proyectos que ha llevado a cabo recientemente es la digitalización de las facturas de los proveedores. «Esto ha permitido ganar un tiempo precioso y enriquecer las tareas del equipo».
Hélène concede especial importancia a la transmisión. Acompaña a Eva, asistente administrativa, y a Servann, actualmente en prácticas, en el desarrollo de sus competencias, enriqueciendo progresivamente sus responsabilidades. «Disfruto formándolas, haciéndolas evolucionar, para que sean cada vez más autónomas».

Mirando hacia el futuro

Ahora que se ha adaptado a la empresa y que la digitalización está en marcha, Hélène desea desarrollar aún más la parte de control de gestión: perfeccionar el seguimiento de los márgenes, garantizar la fiabilidad de los datos y enriquecer el análisis para ayudar mejor a la dirección estratégica de la empresa. «Mi trabajo consiste en la gestión y el análisis. Quiero recuperar plenamente esta dimensión para aportar aún más valor».

Un equilibrio profesional y personal recuperado

Aunque Hélène se muestra plenamente comprometida con sus funciones, también se preocupa por mantener su equilibrio personal, un aspecto esencial que motivó su cambio de puesto. «Aquí los horarios son menos intensos, tengo un poco más de tiempo para mí». ¿Uno de sus pequeños placeres desde que se incorporó a Pouliquen? Cuando puede, se toma la pausa para comer en el puerto de Moguériec, a pocos kilómetros de la oficina.

Una palabra sobre el ambiente en Pouliquen

Cuando le preguntamos a Hélène qué es lo que más le gusta de Pouliquen, su respuesta es inmediata: «La claridad de la dirección, el ambiente acogedor y la gran autonomía de la que disfruto. Si tengo un proyecto, como la digitalización, confían en mí para llevarlo a cabo». También destaca el deseo compartido de estructurar más el servicio administrativo, en particular acompañando a Servann en la continuación de sus estudios de grado en Recursos Humanos.

Hélène desempeña un papel fundamental en el buen funcionamiento de Pouliquen. Su compromiso y su deseo de transmitir sus conocimientos la convierten en una figura tranquilizadora y dinámica dentro del equipo. Un buen ejemplo del talento que, cada día, contribuye al progreso de la empresa.

Martes, 6 de mayo, 9 de la mañana. En su explotación familiar, Alexandre Morvan nos recibe con una amplia sonrisa, a pesar del viento del este que azota las parcelas: «No hace mucho calor», dice con humor. Aquí, en el extremo del Finisterre, el cultivo de la cebolla rosada de Bretaña, producto estrella de la región y de nuestra gama, comenzó hace ya más de un mes.

La explotación de Alexandre, situada en Plouneour-Brignogan (29), es heredera de una larga tradición agrícola. Creada por sus abuelos y retomada por su padre en los años 90, hoy se extiende sobre un centenar de hectáreas. Alexandre, que trabajó allí como empleado entre 2009 y 2014, tomó las riendas hace unos diez años. Con un empleado fijo y trabajadores temporeros para las cosechas, cultiva una amplia gama de hortalizas: coliflor, calabaza, brócoli, guisantes… pero también, y sobre todo, la cebolla rosada de Bretaña.

Un cultivo técnico y exigente

Después de cultivar durante mucho tiempo la chalota tradicional, Alexandre decidió centrarse en la producción de la cebolla rosada, que presenta ciertas similitudes con la chalota, especialmente en cuanto al cultivo y el almacenamiento.
«Este año he plantado 6,5 hectáreas: 3,5 en semillero y 3 en cepellón. Esto permite limitar los riesgos, especialmente los relacionados con el clima», explica Alexandre. Dos métodos complementarios: la plantación en cepilla, realizada a principios de abril, que promete una cosecha alrededor del 10-15 de agosto, y el cultivo en semilla, sembrado a finales de marzo y cosechado quince días más tarde.
En total, se espera que esta temporada se cosechen cerca de 200 toneladas de cebollas rosadas.
«En cepilla, tarda un poco más en plantarse, pero responde mejor a las expectativas del mercado con calibres regulares», precisa Alexandre. Una estrategia prudente ante los crecientes retos: reducción de los productos fitosanitarios, clima caprichoso… «En cepilla, la planta ya es robusta. ¡Eso ayuda!».

La cebolla rosada de Bretaña, un producto con una fuerte identidad

¿Qué hace que esta cebolla sea única? Alexandre no lo duda: «¡El sabor! Tiene un sabor realmente delicioso y su color rosa brillante es muy agradable a la vista. Es un producto con carácter, cultivado cerca del mar. Sin chovinismo, por supuesto», bromea. Esta reconocida calidad es el resultado de un trabajo exigente: «El cultivo es técnicamente complicado, sobre todo en la siembra: crece lentamente y es sensible al mildiú. Hay que estar muy atento y observar mucho».
Unas semanas después de la plantación, la campaña de 2025 se presenta prometedora:
«En semillero, ha brotado bien; en cepellón, nos gusta que llueva un poco después de la plantación, y hemos tenido lo necesario. Es solo el comienzo, pero cuando el inicio es bueno, ya es algo».

Un saber hacer colectivo

Miembro de la cooperativa SICA Saint-Pol-de-Léon (Prince de Bretagne) desde siempre, Alexandre cuenta con un valioso apoyo técnico, en particular a través de la Organización Bretona de Selección (OBS).
«El acompañamiento es indispensable, sobre todo con el cambio climático. Hoy en día pasamos de un extremo al otro: mucha lluvia, luego mucha sequía, mucho viento… Hay que adaptarse constantemente». Este saber hacer colectivo es fundamental para garantizar la calidad y la constancia de las cosechas.

Pouliquen, actor arraigado en el corazón de la cuenca hortícola bretona

Como cliente de la cooperativa, Pouliquen lleva varias generaciones valorizando la cebolla rosada de Bretaña. «Mi abuelo ya trabajaba con el fundador de Pouliquen», recuerda Alexandre. Una historia común que da testimonio de los sólidos lazos que unen a los productores y a nuestra empresa. Gracias a esta proximidad, podemos garantizar a nuestros clientes (mayoristas, importadores, grandes superficies, restauradores…) verduras frescas procedentes de una tierra reconocida, recolectadas y entregadas en plazos óptimos.

La cebolla rosada, un producto para descubrir… y saborear

Al visitar las parcelas, se comprende mejor la pasión de Alexandre por su trabajo: «Lo que me gusta es que nunca es lo mismo. Cada año, empezamos de cero. Hay que ser polivalente y adaptarse a las condiciones. Además, conoces a mucha gente, lo cual es muy enriquecedor». Una diversidad de tareas y un compromiso diario para hacer de la cebolla rosada un producto excepcional en los puestos de nuestros clientes.

Es esta alianza entre el terruño, la experiencia local y la exigencia de calidad lo que nos permite ofrecerle un producto auténtico, con un sabor incomparable.

Cebollas rosadas sembradas a finales de marzo
Alexandre Morvan en su parcela de cebollas rosadas de Bretaña, plantas en cepellón a principios de abril.

En un entorno agroalimentario en el que la seguridad y la trazabilidad de los productos son esenciales, nos enorgullece anunciar la renovación de nuestra certificación IFS Food Higher Level, con una puntuación de 96 % de conformidad. Este reconocimiento, obtenido tras una rigurosa auditoría, demuestra nuestro compromiso con la calidad, la seguridad alimentaria y la mejora continua.
«Esta renovación no es una simple formalidad, es una validación de nuestras prácticas y de nuestra capacidad para responder a las más estrictas exigencias del mercado». Loïc Gautier, Responsable de Calidad de Pouliquen.

IFS Food: una garantía de confianza para nuestros socios

IFS Food (International Featured Standards) es un estándar europeo de seguridad y calidad alimentaria, reconocido por todos los actores del sector. Creado en 2003 y actualmente en su octava versión, evalúa el control de riesgos y procesos, asegurando un nivel de excelencia a las empresas certificadas.
El «Higher Level» del IFS Food se concede a los actores que han obtenido una puntuación de al menos el 95 % de conformidad. Este año hemos alcanzado el 96 % y, por lo tanto, mantenemos nuestro nivel de certificación. Esto refleja nuestro deseo de ir más allá de los requisitos básicos para garantizar a nuestros clientes productos seguros, trazables y conformes a las normas internacionales.

¿Cuáles son los criterios de evaluación?

La auditoría IFS Food se basa en varios ejes clave:
Seguridad alimentaria: estricto cumplimiento de los principios HACCP (Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control), controles microbiológicos, químicos y físicos.
Control de procesos: gestión optimizada de flujos, trazabilidad de lotes y control de calidad reforzado.
Prevención de riesgos: lucha contra el fraude alimentario (food fraud) y refuerzo de las medidas de food defense(seguridad de nuestras instalaciones).
Cultura de la seguridad alimentaria: formación y concienciación de todos nuestros equipos para una mejora continua.
La cultura de la seguridad alimentaria se refiere a los valores, creencias y comportamientos compartidos dentro de la empresa, que influyen en la forma en que cada empleado aborda la seguridad alimentaria. En Pouliquen, esto significa que cada empleado, a todos los niveles, comprende la importancia de su papel en la seguridad de los productos y se compromete activamente a mantener este nivel de exigencia en el día a día.

Loïc, responsable qualité et Michel, opérateur de production, dans notre usine de conditionnement d'échalotes et oignons.

Loïc, Quality Manager, and Michel, Production Operator, in our shallot and onion packaging plant.
Loïc, responsabile della qualità, e Michel, operatore di produzione, nel nostro impianto di confezionamento di scalogni e cipolle.
Loïc, responsable de calidad, y Michel, operador de producción, en nuestra planta de envasado de chalotas y cebollas.

Una rigurosa auditoría, reflejo de nuestra exigencia

Obtener la certificación IFS Food no es algo que se improvise. La auditoría que superamos duró un día y medio, con dos grandes etapas:
📌 Análisis documental: se examinaron más de 150 documentos para garantizar la conformidad de nuestros procedimientos.
📌 Inspección de campo: verificación en condiciones reales, entrevistas a nuestros colaboradores y validación de las buenas prácticas.
«La IFS no se limita a una evaluación teórica. Los auditores se aseguran de que nuestros equipos apliquen los protocolos a diario, lo que refuerza la credibilidad del proceso». – Loïc Gautier

Otra particularidad de esta certificación de calidad es que, cada tres años, la evaluación se realiza mediante una auditoría inesperada. Este será el caso de nuestra próxima auditoría, prevista entre septiembre de 2025 y enero de 2026. Este requisito adicional nos obliga a mantener una vigilancia constante y a perpetuar nuestras buenas prácticas.

Un trabajo colectivo para garantizar la excelencia

Esta certificación es el fruto del trabajo de todos nuestros equipos. En Pouliquen, la seguridad alimentaria es una responsabilidad compartida. Por eso hemos puesto en marcha un programa de formación específico para todos nuestros 28 empleados, en función de su puesto.
· Formación sobre prevención de riesgos: casos concretos aplicados a nuestra empresa (cuerpos extraños, rotura de cristales…).
· Situaciones y pruebas: nuestros equipos realizan un cuestionario de opción múltiple después de cada formación, con resultados entre 16 y 20.
· Correcciones colectivas: si un empleado tiene dificultades, organizamos sesiones de intercambio para reforzar la comprensión de los retos.
«No queremos que la calidad se perciba como una restricción, sino como una cultura compartida. Cada empleado debe comprender por qué existen estos requisitos y cómo protegen tanto a nuestros clientes como a los consumidores».– Loïc Gautier

¿Por qué esta certificación IFS FOOD es esencial para nuestros clientes?

El IFS Food Higher Level es una verdadera ventaja comercial para nuestros socios, ya sean mayoristas, importadores o distribuidores de GMS.
· Una garantía de seguridad y trazabilidad: reducción de los riesgos relacionados con las no conformidades.
· Un criterio imprescindible para algunos clientes: la certificación suele ser un requisito para colaborar con los grandes actores del sector.
· Fluidez en los intercambios: nuestros socios auditados por IFS se benefician de una armonización de los estándares de calidad.

Hacia una mejora continua de nuestras prácticas

Obtener la certificación no es un fin en sí mismo. En Pouliquen, nos comprometemos con un proceso de mejora continua, anticipándonos a la evolución de los estándares y adaptando nuestros procesos a las nuevas exigencias del mercado.

Nuestras próximas acciones:

➡️ Reforzar nuestras auditorías internas para preparar la auditoría inesperada de 2025.
➡️ Optimizar nuestros protocolos de trazabilidad y gestión de riesgos.
➡️ Continuar la formación de nuestros equipos, con nuevos módulos adaptados a la evolución del referencial IFS.
«El IFS evoluciona cada 2 o 3 años. Nuestro objetivo es anticiparnos a estos cambios para ofrecer siempre lo mejor a nuestros clientes». – Loïc Gautier

Pouliquen, un socio de confianza para sus suministros

Con un 96 % de conformidad y el nivel Higher Level, reafirmamos nuestra posición como actor fiable y riguroso en el comercio y envasado de cebollas y chalotas.

📞 ¿Necesita un proveedor certificado por IFS Food? ¡Póngase en contacto con nosotros hoy mismo para obtener más información sobre nuestra oferta y nuestros compromisos de calidad!

En Pouliquen, nuestro compromiso para la juventud va más allá de las meras palabras. Durante varios años, hemos dado prioridad a la formación de los jóvenes, acogiendo a estudiantes en prácticas, en formación alternada y jóvenes activos en nuestros diferentes departamentos. Este enfoque, arraigado en la política de responsabilidad social corporativa (RSC) de nuestra empresa, refleja una visión ambiciosa: contribuir activamente a la inserción profesional y al desarrollo de los talentos de mañana.

Victor, un ejemplo de esta dinámica

Entre los jóvenes que se han incorporado recientemente a nuestra empresa, Victor, estudiante de segundo año de estudios superiores en comercio internacional, encarna este objetivo. Apasionado por las relaciones internacionales y atraído por el sector agrícola, que conoce bien gracias a sus orígenes familiares, eligió Pouliquen para realizar sus prácticas de seis semanas. Para él, era la oportunidad perfecta: «Pouliquen es una empresa local con actividad internacional. Inmediatamente me sedujo la idea de descubrir el sector y trabajar en el corazón de la producción de hortalizas».

Incorporado al departamento comercial, Victor no tardó en enfrentarse a retos concretos. Entre sus misiones: preparar la participación de la empresa en la feria Fruit Logistica de Berlín (misión llevada a cabo con éxito), realizar prospecciones e incluso cerrar su primera venta. «Estaba tan contento, ¡era como marcar mi primer gol en fútbol!», confiesa con entusiasmo. Trabajar principalmente en inglés para los mercados de Europa del Este y del Norte también fue un punto fuerte de su experiencia, y le permitió progresar en un entorno estimulante.
Más allá de las tareas, Victor agradeció el apoyo de su equipo.

«Gérard y Stéphanie me dieron mucha autonomía mientras me supervisaban. Es raro que una empresa deje que un becario gestione la prospección, las ventas e incluso el seguimiento de los clientes, porque está en juego la imagen de la empresa. Fueron muy didácticos y aprendí mucho».

Una política de acogida estructurada e inclusiva

Si Víctor se sintió rápidamente a gusto, fue en gran parte gracias a nuestra rigurosa política de acogida. Cada recién llegado, ya sea becario o empleado, comienza con una visita completa a la empresa. «Para nosotros es importante que nuestros empleados tengan una visión global de la actividad y conozcan a los equipos», explica Gérard Quillevéré, director de la empresa Pouliquen. Luego, se designa a un referente para que acompañe al joven en sus misiones y en su integración. Esta persona también desempeña una función de enlace con la escuela o el organismo de formación.
En Pouliquen, las misiones encomendadas a los jóvenes están lejos de ser anodinas. El objetivo es claro: permitirles poner en práctica sus conocimientos, adquirir nuevas competencias y contribuir realmente a la vida de la empresa. «Nos aseguramos de adaptar las tareas al nivel y a los deseos de cada uno, al tiempo que ofrecemos misiones complementarias para que progresen», precisa Gérard Quillévéré.

Formar a los jóvenes: un beneficio mutuo

Pero, ¿por qué tanta inversión en la formación de los jóvenes? Para Gérard, la respuesta es obvia: «La formación de los jóvenes es una de las misiones que debe llevar a cabo una empresa. Debemos abrirles las puertas para ayudarles a adquirir experiencia y perfeccionar sus proyectos profesionales». Este enfoque también aporta un verdadero «aire fresco» a la empresa. La presencia de jóvenes, con sus nuevas ideas y su visión externa, empuja a los equipos a cuestionarse a sí mismos y a probar nuevos métodos.
«También es muy gratificante para nosotros participar en la transmisión de conocimientos y ayudar a un joven a formarse para el futuro», añade Gérard.
Un compromiso que va más allá de las prácticas
En Pouliquen, el compromiso con la juventud no se limita a acoger a becarios y estudiantes en prácticas. Organizamos visitas periódicas para estudiantes de secundaria y universitarios, colaboramos con escuelas en proyectos tutorizados y también participamos en jurados de graduación. Estas iniciativas demuestran una fuerte voluntad: ser un actor en la formación y la inserción profesional en la región.

Formar a los talentos de hoy y de mañana 

Con unos quince jóvenes acogidos en prácticas, alternancia o primer empleo en los últimos cinco años, Pouliquen demuestra que una empresa mediana puede desempeñar un papel determinante en la transmisión de conocimientos y el acompañamiento de talentos.
Invertir en la juventud no solo significa preparar el futuro, sino también construir un presente más dinámico, inclusivo e innovador. Una filosofía que se hace eco de las palabras de Victor: «En Pouliquen, confiaron en mí. Es motivador y te hace querer superarte». En resumen, un compromiso en el que todos ganan.

¿Es usted mayorista, importador, minorista o restaurador? Sabemos que el final del año es un momento crucial para su negocio. Y durante este periodo, la anticipación y la fiabilidad logística marcan la diferencia. En Pouliquen, comerciante de chalotas, cebollas y hortalizas frescas, le ofrecemos un apoyo adaptado a sus necesidades más exigentes. Como ya sabrá, nuestra empresa tiene su sede en Cleder, en el extremo norte de Bretaña. Esta ubicación en el corazón de la cuenca de producción y nuestra experiencia nos permiten ofrecerle un servicio logístico estable y fluido, incluso cuando la demanda está en su punto álgido.
¿Busca un comerciante de chalotas y cebollas 🧅 y/o verduras frescas que pueda satisfacer todas sus necesidades? No busques más, llámanos 😉
Quieres saber más sobre nuestra capacidad para satisfacer tus demandas? Te contamos más en este artículo.

Una logística que respeta la frescura y la calidad de sus verduras

Cada día, nos comprometemos a garantizar la frescura de las chalotas, cebollas y hortalizas que le entregamos, asegurando un riguroso control de calidad durante todo el proceso. Con nuestro experimentado equipo de logística, hemos desarrollado una organización fluida que nos permite coordinar las ventas y la producción, al tiempo que dedicamos tiempo sobre el terreno a supervisar la preparación de los pedidos. Gracias a este doble enfoque, podemos controlar la calidad de los productos que le entregamos, en Francia y en toda Europa. 🇪🇺
También trabajamos con una red de transportistas locales de confianza 🚛, lo que nos da flexibilidad para ajustar nuestras entregas en función de las fluctuaciones de los pedidos. Al elegir socios locales y de larga trayectoria, optimizamos nuestras rutas y limitamos los imprevistos logísticos, al tiempo que reducimos los costes de transporte. Trabajar con Pouliquen significa beneficiarse de la estabilidad y la capacidad de respuesta de nuestra red de socios, para un servicio fiable, incluso en periodos de gran actividad como las fiestas.

Capacidad de respuesta y anticipación: nuestra receta para una temporada festiva de éxito

Como usted sabe tan bien como nosotros, las fiestas son una carrera contrarreloj. Para garantizar la mejor respuesta posible, nos anticipamos a la demanda acumulando existencias de chalotas y cebollas de Bretaña. Nuestra línea de envasado de chalotas y cebollas, situada en la sede de la empresa, nos permite ajustar rápidamente los volúmenes y preparar los envíos en función de sus necesidades específicas. Nuestra proximidad a los centros de envasado de verduras frescas también nos permite responder con rapidez y eficacia a cualquier solicitud adicional.
La trazabilidad es otra de las promesas que hacemos a nuestros clientes. Gracias a modernos sistemas informáticos, podemos hacer un seguimiento preciso de sus productos, desde el campo hasta la entrega. Nuestras certificaciones IFS Food y GlobalG.a.P son prueba de nuestro compromiso con prácticas estrictas de calidad y seguridad alimentaria.

Logística sostenible

Pouliquen también está comprometido con una logística sostenible y responsable. Con nuestros socios transportistas, optimizamos el llenado de nuestros camiones para evitar viajes innecesarios. Para ello, asignamos las entregas a transportistas especializados en función del destino. Esto reduce el número de kilómetros recorridos y, por tanto, nuestra huella de carbono, sin comprometer la calidad del servicio. Además, nuestra flota de vehículos eléctricos nos permite realizar nuestros desplazamientos internos de forma más respetuosa con el medio ambiente.

Una sólida base regional

Nuestra ubicación en el norte de Bretaña, lo más cerca posible de los productores, nos da una excelente visibilidad de la evolución de la producción y nos permite anticiparnos a las fluctuaciones del mercado.
Esta proximidad es también un motivo de orgullo para nuestro equipo, cuyo trabajo participa activamente en la valorización de nuestra región y la promoción de los productos locales. Un orgullo que se refleja en nuestro firme compromiso y en la búsqueda permanente de un alto nivel de servicio

Comercio de hortalizas frescas: planifique sus pedidos para unas fiestas sin preocupaciones

La temporada festiva se acerca rápidamente, y para asegurarse de que dispone de los volúmenes que necesita cuando los necesita, no dude en planificar sus pedidos con antelación. Al facilitarnos sus previsiones, nos permitirá ajustar nuestra organización de forma aún más eficaz para que sus entregas se realicen sin problemas y sus existencias estén seguras.
Elegir a Pouliquen como comerciante de chalotas, cebollas y hortalizas frescas significa optar por un socio comprometido y experimentado, capaz de responder a sus necesidades logísticas con reactividad y profesionalidad. Estamos aquí para ayudarle en sus proyectos y garantizarle productos frescos, entregados en las mejores condiciones posibles para que esta temporada festiva sea un éxito para su negocio.

 

Acerca de: Pouliquen, comerciante de chalotas, cebollas y verduras frescas desde 1917

Comerciante de chalotas de Bretaña, cebollas y hortalizas frescas desde hace más de un siglo, Pouliquen es una empresa que combina rigor y capacidad de reacción para ofrecer productos de alta calidad con una trazabilidad ejemplar. Situada en el corazón de la región hortícola del norte de Bretaña, nuestra empresa de dimensión humana, galardonada con la etiqueta PME+, trabaja en estrecha colaboración con los productores locales para suministrar una amplia gama de hortalizas convencionales y ecológicas. Con un equipo comercial multilingüe, distribuimos nuestros productos en Francia, Europa y a escala internacional, respondiendo con flexibilidad y fiabilidad a las necesidades de supermercados, mayoristas e importadores.

Pouliquen négociant d'échalotes, d'oignons et de légumes frais de Bretagne, répond aux besoins des grossistes, GMS, importateurs et restaurateurs toute l'année.