Continuamos la presentación del equipo Pouliquen con la de su capitán, Gérard Quillévéré, codirector de la empresa desde 2018. Desde entonces, se encarga de la dirección de la empresa, así como de las misiones operativas, en particular de la comercial. Especialista en Alemania y en Italia, es el enlace entre el Sur y el Norte de Europa. Hijo de un productor, puro bretón y corredor de maratón ocasional, aquí está su retrato.
El comercio de hortalizas frescas «una continuación lógica»
Gérard creció en Lanhouarneau, a pocos kilómetros de la sede de Pouliquen, en la explotación familiar. Su padre era productor de hortalizas, así como de patatas de siembra. Fue miembro de SICA, la cooperativa Prince de Bretagne en Finisterre. Si Gérard no deseaba continuar a cargo de la explotación familiar, no abandonó el sector agrícola. De hecho, después de un BTS en comercio internacional, validó un año de especialización en la venta de frutas y verduras; luego, en 1994, se unió al Grupo Demex en el norte de Francia. En seguida trabajó para cooperativas de hortalizas que vendían sus productos bajo la marca «Perle du Nord». De 1999 a 2002 colaboró en la creación de Prymex, empresa especialisada en la comercialización de endibias. En 2002, volvió a Finisterre después de haber comprado, con Christophe Desmestre, director del grupo Demex, la empresa Pouliquen.
20 años en Pouliquen
Gérard Quillévéré, durante más de 20 años, ha estado al frente de la empresa Pouliquen, creada en 1917. Con el 5% de las acciones, ingresó en 2002, desempenandose como su director operativo. La facturación anual de la empresa era entonces de 3 millones de euros. Gérard permitió que la empresa creciera con fuerza, en particular al convertirse en la distribuidora oficial de Prince de Bretagne e igualmente desarrollar la actividad comercial de hortalizas frescas, además de la de chalotas y cebollas, actividad histórica de Pouliquen.
En 2018 compró todas las acciones del grupo Demex en conjunto con Pascal Jouen, quien era cliente de la empresa para grandes exportaciones durante 30 años. Además de la gestión de la empresa y del personal, Gérard asegura la gestión de las compras, en particular para Italia, uno de los principales mercados desarrollados en los últimos años en colaboración con Stéphanie Della Schiava, comercial para el Sur de Europa.
La empresa Pouliquen cuenta con 27 empleados y genera una facturación de 21 millones de euros.
Prince de Bretagne, garantía de volumen y soporte regional
«Mi padre era productor del SICA, siempre he estado inmerso en esto. Era el paso lógico. »
Pero este « paso lógico » también se basa en hechos tangibles.
«Prince de Bretagne nos ofrece una gran cantidad de productos, cantidades casi ilimitadas. Las cooperativas también nos permiten beneficiarnos de toda la infraestructura logística. »
Vinculado a Bretaña y ferviente defensor de su territorio, para Gérard Quillévéré, ser distribuidor Prince de Bretagne significa defender a los productores y su saber hacer. Estar ubicado en el corazón de la huerta bretona también representa la oportunidad de crear vínculos con los productores y estar en el terreno, con el fin de garantizar una calidad óptima del producto para los clientes, en todas las temporadas.
¿Su visión de las cosas? ¡Ser perseverante!
Gestionar y desarrollar un negocio puede ser como una carrera de fondo, por lo que Gérard continúa entrenando y trabajando en su resistencia incluso en su tiempo libre. Al esquiar en invierno, al navegar en los días soleados y al correr todo el año, ya ha logrado 14 maratones y tiene intención de correr aun más.