¿Quién mejor que nuestros clientes para presentar las chalotas, cebollas y otras hortalizas de nuestra gama? Es difícil de decir. Así que les preguntamos por sus motivaciones de compra y las de sus propios clientes. Comenzamos esta serie de entrevistas con Gianni Bollettini, gerente de la empresa milanesa Ortofrutticola Adriatica, mayorista de frutas y verduras. Hoy nos centraremos en la l trenza de chalota tradicional.
¿Puede presentar su empresa y sus actividades ?
La empresa fue fundada por mi padre, Emilio Bollettini, en 1965. Hoy trabajo con mi hijo Giorgio Bolletini. Ortofrutticola Adriatica cuenta con 12 empleados, además del personal del mercado de Milán. Nuestra empresa es una empresa histórica que opera en el mercado de Milán y cuya actividad principal es el comercio de frutos secos. A lo largo de los años, hemos añadido muchos otros productos de larga duración que se dirigen más a un nicho de mercado minorista que desea operar como alternativa a la gran distribución. Nuestros productos son principalmente artesanales, no industriales y, en cualquier caso, orientados a la alta calidad del producto. A lo largo de los años, hemos intentado reunir lo mejor de las regiones italianas y de los países vecinos.
¿Por qué eligió comercializar chalotas tradicionales de Bretaña?
Ya ofrecíamos varios productos franceses: nueces de Grenoble, nueces del Périgord, patatas parmentinas y cebollas de Cévennes. Para completar nuestra gama de alliums, también empezamos a vender la trenza de chalota tradicional de Bretaña.
¿Cuánto tiempo lleva ofreciendo trenzadas de chalotas a sus clientes?
Llevamos ofreciéndolas desde 2009 tras conocer a Stéphanie, comercial export de Pouliquen, en la feria de Berlín. Desde entonces trabajamos exclusivamente con Pouliquen.
¿Por qué eligió las chalotas tradicionales en trenza en lugar de la en granel?
Las trenzas de chalotas tradicional son visualmente interesantes. Estas largas chalotas trenzadas a mano nos dan la oportunidad de destacarnos. Es un producto precioso. El aroma de la chalota tradicional también es muy interesante y difiere del de la cebolla. Se puede cocinar de muchas maneras.
¿Cuáles de sus clientes están interesados en la trenza de chalota tradicional y por qué ?
Se trata principalmente de tiendas que venden a consumidores finales. La trenza es una ventaja para la presentación y el atractivo de sus estantes.
En su sitio web destaca la calidad de los productos que selecciona. ¿Cómo cumple esta promesa la oferta de Pouliquen y, más concretamente, las trenzas de chalotas tradicionales?
Nuestro primer indicador es la satisfacción de nuestros clientes. No tenemos ninguna o muy pocas disputas sobre estos productos. Y así ha sido durante 14 años.
Este producto ha encontrado su público y su lugar en la oferta de Adriatica. Su consumo se ha vuelto bastante lineal. Se ha estabilizado a lo largo del año.
En su página web también habla de ética y respeto por la tierra. ¿Qué le convenció para hacer su primer pedido a Pouliquen y continuar esta colaboración?
Lo que me atraía era que se trataba de un producto cultivado y trenzado a mano en Bretaña. Buscamos productos artesanales y la trenza de chalota cumple este criterio. En cuanto a la ética, es uno de los valores fuertes de Adriatica y compartido también por nuestros clientes. Por lo tanto, es una ventaja poder ofrecer este allium y poder explicar el método de producción. Por otro lado, el inusual formato de trenza de 250 gramos es bonito y práctico. Se adapta perfectamente al ama de casa.
¿Podría definir en una palabra su relación actual con Pouliquen?
Nuestra relación con Pouliquen es excelente. Los plazos de entrega son siempre muy precisos, no hay disputas… Pedimos un palé de prueba hace 14 años y somos clientes desde entonces. Fue una prueba muy convincente !
Por su monada y su ternura, las mini verduras, de las que ofrecemos una quincena de variedades, son de las más demandadas en períodos navideños. Las mini zanahorias, los mini nabos, las mini coliflores y las mini remolachas son una delicia para cocineros y gourmets. Arnaud Guillerm, productor de Sibiril (29), nos abrió las puertas de su explotación para mostrarnos sus cultivos de mini hortalizas.
Las Mini, hortalizas finas y crujientes
El pequeño tamaño de las mini hortalizas no es casual. Proceden de variedades rigurosamente seleccionadas, para lograr un resultado estético y gustativo óptimo. Pero también son las condiciones de cultivo las que permiten obtener estas pequeñas hortalizas: plantación más apretada, atención constante durante la fase de crecimiento y recolección manual en una fase temprana, son los secretos del cultivo de las mini hortalizas. Son tan populares entre los restauradores como entre el público en general, ya que ofrecen sabores delicados y un crujido sorprendente.
Una oportunidad para diversificar los cultivos
Arnaud Guillerm y su socio, Jean-Jacques Quéméneur, operan como GAEC1 desde 1998 y disponen de unas 150 hectáreas en las que cultivan coliflores y brócolis, así como lechuga de 4a gama (para envasar en bolsas) y canónigos. Hace unos diez años, las mini zanahorias y los mini nabos se añadieron a la lista de variedades producidas. « La demanda vino del mercado. La sección de “mini hortalizas” del SICA sugirió que empezáramos a producir mini verduras para satisfacer esta demanda. Ya estábamos equipados con grandes invernaderos fríos, las “multicapillas”, para el canónigo y las primeras lechugas. Esto nos permitió diversificarnos. Y luego tuvimos curiosidad por probar otras variedades» .
Mini hortalizas, cultivos “intensivos en mano de obra”
En toda la gama que ofrece Prince de Bretagne, Arnaud Guillerm y su socio han optado por cultivar solo mini nabos y mini zanahorias. « Estos son cultivos que necesitan de mucho trabajo manual durante un período corto. Factor que afecta al menos al 60% del precio de venta». Y por una buena razón, toda la cosecha se realiza completamente a mano. La explotación de Arnaud y Jean-Jacques tiene dieciséis empleados, siete de los cuales son permanentes. Todos han sido formados para saber con precisión cómo y en qué etapa cosechar las mini verduras, para garantizar un alto nivel de calidad del producto.
Quince variedades disponibles en Pouliquen
En total, ofrecemos una quincena de mini hortalizas diferentes, producidos por una veintena de productores Prince de Bretagne. Remolachas Chioggia, rojas y amarillas, zanahorias naranjas y de colores, coliflores, nabos, coles blancas y rojas, endibias, pimientos, puerros, coles de Milán e incluso romanesco, todas estas hortalizas se cultivan en la franja costera septentrional de Finistère (29) y de Côtes d’Armor (22). Dependiendo de las variedades, calibres y cantidades requeridas, ofrecemos mini hortalizas en bandejas flowpack o en envases de film extensible, madera o cartón. Cuéntenos sus necesidades y le ofreceremos una solución a medida.
1(Groupement Agricole d’Exploitation en Commun es una associatión de agricultores)




¿Es la tendencia vintage lo que hace que las hortalizas antiguas sean tan atractivas? No podemos decirlo. Sin embargo, desde la creación de la sección de “hortalizas antiguas” de la cooperativa agrícola SICA Saint-Pol (Prince de Bretagne), los productores han seguido desarrollando sus actividades y cada vez son más los que cultivan remolacha, nabos o chirivías. Desde los clientes de los supermercados hasta los chefs estrella, las verduras a la antigua son populares y lo han sido durante los últimos diez años. Para presentarle esta gama, hemos entrevistado a André Péran, productor de Prince de Bretagne, establecido en Cléder (29) desde 1985.
Hortalizas antiguas, una veintena de variedades
Es con el topinambur con el que André Péran inició el cultivo de hortalizas antiguas. «Había una demanda. Encontré plantas y empecé con ½ hectárea (5000m2).» Hoy en día, André cultiva toda la gama de verduras antiguas propuestas por Prince de Bretagne, es decir, una veintena de variedades. En una superficie de 25 hectáreas, cosecha cada año entre 400 y 500 toneladas de estas hortalizas: topinambur, chirivías, perejil raíz, remolacha Chioggia, zanahorias de colores, oca de Perú, rábanos de colores, perifollo tuberoso, nabos, capuchinas tuberosas, así como yacón, boniatos y chalotas.
Hortalizas antiguas y clima bretón: la fórmula ganadora
Las diferentes variedades de hortalizas antiguas aprecian especialmente el suelo y el clima suave y húmedo del norte de Bretaña. Los rendimientos son elevados y la calidad de los productos sigue siendo muy alta, año tras año. La siembra y la plantación de las hortalizas antiguas comienza, para algunas especies, en febrero y se prolonga hasta el final de la primavera. La cosecha se realiza desde el verano hasta noviembre. La recolección de estas hortalizas es mecánica, pero el envasado se hace exclusivamente a mano para garantizar la calidad de los productos que ofrecemos.
Una estación de lavado dedicada a las hortalizas antiguas
A lo largo de los años, los productores de hortalizas antiguas se han organizado hasta crear una estación de lavado y envasado reservada a sus cultivos. En efecto, la estación de Kerannou, en Saint-Pol-de-Léon, históricamente destinada a las coliflores y las patatas, ha ido dando paso a las hortalizas antiguas. Así los 25 productores de la SICA Saint-Pol se benefician de una herramienta eficaz y cercana a sus explotaciones. «Elegimos una línea de lavado colectiva, con operarios contratados por la SICA. Esto nos da mayor flexibilidad y capacidad de respuesta para el envasado de verduras». Además de ahorrar tiempo, esta estación de lavado nos permite cumplir todas las normas de calidad y medioambientales vigentes.
Productor de hortalizas, una historia familiar
André Péran y su esposa Françoise iniciaron su actividad agrícola en 1985, tomando el relevo de al menos tres generaciones de productores de hortalizas. « En los años sesenta y setenta, se producía principalmente coliflor y algunas zanahorias. ¡Una variedad muy limitada! » Hoy en día, André se siente orgulloso de haber ampliado su gama de cultivos y quiere seguir desarrollándose. Apasionado, describe cada una de las hortalizas antiguas que cultiva. «En cuanto a las chirivías, a lo largo de los años hemos conseguido seleccionar una bonita variedad, muy cónica y blanca. El aspecto de las hortalizas es importante, ya que contribuye a su apreciación por parte de los consumidores. (…) Los rábanos Red Meat, Blue Meat, Pink Meat y Green Meat son muy bonitos. ¡Espléndido! ¡Es una verdadera atracción en el plato! Su sabor es bastante fuerte, picante, su textura crujiente. »
Las hortalizas antiguas, que durante mucho tiempo se han dejado de lado, ahora vuelvuen a ser protagonistas. Muy interesantes desde el punto de vista nutricional, ofrecen muchas posibilidades culinarias. De hecho, los grandes chefs lo han demostrado al expresar su creatividad jugando con las formas y los colores de estas hortalizas de raíz.
Descubra aquí la gama de hortalizas antiguas que ofrecemos.
Photos : L’oeil de Paco / Prince de Bretagne
Seguimos con la serie de retratos de los colaboradores que día a día dan vida a la empresa.
Hoy nos dirigimos al departamento de operaciones para la presentación de Jean-Marc Velly, operador de máquina. Reglajes, supervisión, aprovisionamiento, rock y metal… Descubra las tareas y las pasiones del hombre para el que la línea de envasado no tiene secretos.
Del acondicionamiento a las máquinas
En enero Jean-Marc celebrará sus 13 años de servicio en nuestra empresa. Se incorporó al equipo con un contrato temporal unos años después de obtener su BTS action commerciale (Diploma de técnico superior) . Contratado inicialmente para trabajar en la línea de envasado de los allium, sus tareas se trasladaron gradualmente hacia la gestión de maquinaria. Desde hace casi tres años, Jean-Marc es operador de máquina a tiempo completo, trabajando en tándem con Mickaël Gueguen que también lleva unos diez años en el puesto.
«Mi función es asegurarme de que las máquinas no se paren. Al acondicionamiento, hace falta que las cosas marchen. »
El trabajo de Jean-Marc es esencial para asegurar el ritmo de envasado y así garantizar los plazos de entrega a nuestros clientes.
En total, el departamento de operaciones cuenta con siete máquinas, “grapadoras”. Estas máquinas se utilizan para envasar chalotas y cebollas en mallas. Desenrollan y cortan la malla, grapan las etiquetas en ella y envían las mallas de alliums listas para ser distribuidas en una cinta transportadora alrededor de la cual se instalan los operarios encargados del envasado en cajas.
Vigilancia y adaptabilidad, cualidades esenciales para el operador de máquina
Aunque todas las máquinas están programadas para mantener un ritmo de envasado definido para cada tipo de producto, es esencial supervisar toda maquinaria para garantizar que el proceso de envasado se desarrolle sin problemas. Así, Jean-Marc nunca está lejos de las grapadoras, listo para intervenir en las operaciones rutinarias como la recarga de consumibles (malla, fleje, etiquetas) o en manipulaciones más complejas como el reglaje del programa que permite garantizar el ritmo óptimo de envasado. Por término medio, nuestras grapadoras envasan chalotas en mallas de 500 y 250 gramos a un ritmo de 40 a 45 paquetes por minuto. En el caso de las cebollas, la media es de 25 a 30 mallas de un kilo por minuto.
Trazabilidad y aprovisionamiento
Además de estas funciones de operador de máquina, Jean-Marc también es responsable del seguimiento y de la trazabilidad. Garantiza así el seguimiento de los pedidos y la gestión informatizada de stocks en tiempo real. También es quien gestiona el aprovisionamiento de cartón de la empresa. Para ello, todas las noches, Jean-Marc hace un balance de las necesidades del departamento de producción y realiza los pedidos necesarios a nuestro proveedor.
Dentro del equipo Jean-Marc es unánimemente reconocido como «un colega competente, trabajador y disponible .» Un colega con el que uno disfruta trabajando.
La música como pasión
Jean-Marc siempre ha amado la música, más precisamente, el Metal. Toca la batería y la guitarra y también crea su propia música en el “Home studio” que diseñó.
Esta afición también le permite compaginar otra afición con el uso de ordenadores. De hecho, con las nuevas tecnologías se vuelve más fácil arreglar, mezclar, componer: esto ofrece una gran libertad y, a veces, incluso la posibilidad de asegurar la producción de álbumes de otros grupos de rock. « ¡Eso también es música : encuentros e intercambios ! »

Terminamos nuestra presentación del equipo comercial con la última (y más reciente) llegada a la empresa, Denis Robidou. Especialista en la exportación de hortalizas frescas, se incorporó a nuestro equipo a principios de septiembre. Con un perfecto dominio del inglés y el alemán, Denis se encarga del desarrollo de la empresa en los mercados del norte y el este de Europa, junto con Emmanuelle Bosser. He aquí un retrato del “novato”: sus antecedentes, sus motivaciones, sus misiones.
Export et légumes frais, toute une carrière Exportación y hortalizas frescas, toda una carrera
A sus 47 años, Denis cuenta con casi 25 años de experiencia en el sector de las hortalizas frescas. Tras obtener su licenciatura en comercio internacional en 1996, comenzó a trabajar en este sector y desde entonces no lo ha abandonado. Sus anteriores cargos han estado siempre muy orientados a la exportación y le han permitido desarrollar sólidas competencias y un excelente conocimiento del sector. Pouliquen es el cuarto distribuidor de Prince de Bretagne para el que trabaja. Por tanto, decir que conoce bien la empresa sería quedarse corto. Sin embargo, cada distribuidor tiene su propia visión del mercado, sus valores, sus hábitos y sus ambiciones. Este nuevo puesto de comercial no está exento de desafíos para Denis. Esa es una de las cosas que le atrajo.
«La empresa Pouliquen tiene un saber hacer, un alma, una lógica empresarial»
Cuando le preguntamos a Denis sobre las motivaciones que lo llevaron a unirse a nuestro equipo, destaca la visión y la organización de nuestra empresa.
« Necesitaba un proyecto en una estructura más familiar, más humana. La noción de un grupo grande no está hecha para mí. ¡Aquí está más allá de mis expectativas! Es muy profesional, eficiente, pero sin estrés. Nunca imaginé que dentro de la propia empresa se pudiera respetar tanto esta cultura. Se siente bien. La persona no es un número. Y en cuanto a los clientes, Pouliquen es mucho más un socio que un proveedor. Esto también es muy apreciable.»
El posicionamiento de la empresa, su arraigo local y su voluntad de defender a los productores locales también son elementos que motivaron a Denis a postularse.
Presencia en la zona de producción de Saint-Malo
Denis vive en la región de Saint Malo (35), una zona donde se cultivan en particular puerros, coliflores, repollos y romanesco. La organización de la empresa le permite estar en la oficina, en Cléder, un día a la semana y teletrabajar el resto del tiempo. Este acuerdo ofrece a Denis una calidad de vida apreciable, sin tener que mudarse ni tener que viajar demasiado lejos cada día. Esta disposición del tiempo de trabajo también permite a la empresa estar presente en la cuenca de Saint-Malo y garantizar el seguimiento, en particular mediante visitas a los productores y a las estaciones de envasado.
Compartir y espíritu de equipo
En su tiempo libre, Denis entrena a un equipo de jóvenes jugadores de baloncesto (sub20). También interviene ocasionalmente en la escuela donde estudió. De este modo, les aporta una vision directa y comparte su experiencia profesional. También realiza trabajos de corrección allí y, recientemente, ha asumido el papel de padre de un alumno, su hijo menor, Antoine, eligió seguir la misma formación que él. «Es su elección. Yo no lo presioné» insiste cuando nos habla, no sin un toque de orgullo, de su hijo que ha elegido el mismo camino que él.
Denis es percibido por sus compañeros como una persona positiva, agradable y solidaria. También tiene un lado divertido. Lo que hace sonreír a la gente en la oficina son las camisetas con diseños inverosímiles que consigue encontrar y que se pone con gusto, en la oficina o en ferias comerciales, como habrán comprobado los que le conocieron en el stand de Pouliquen en el última Fruit Attraction, en Madrid.
¡Bienvenido a Pouliquen, Denis!
El invierno está llegando lentamente a la punta de Bretaña y con él, la temporada de la cebolla de Roscoff DOP. Para presentarles este producto emblemático de nuestra región, entrevistamos a Yannis Moal, un horticultor Prince de Bretagne de Roscoff. Instalado desde hace más de treinta años con su hermano, Lionel, la Cebolla de Roscoff no tiene más secretos para él. Particularidades, métodos de cultivo, sabor… Te lo contamos todo en este artículo.
Desde 1995 Yannis Moal trabaja con su hermano, Lionel, en la explotación familiar. En las 80 hectáreas de la explotación se producen una decena de variedades de hortalizas: patatas, coles, lechugas, chalotas, cebollas, alcachofas Cardinal, calabazas Potimarron y mini hortalizas (zanahorias, col romanesco y repollo). Este año se reservaron seis hectáreas para Cebolla de Roscoff DOP, para una producción de poco más de 200 toneladas.
Orígenes y características de la cebolla de Roscoff
Las primeras semillas de la cebolla de Roscoff aparecieron en Roscoff en 1647, traídas de Portugal por el Hermano Cyril, un monje capuchino. Este cultivo se ha adaptado muy bien al suelo y clima de la región. Poco a poco, los productores locales adoptaron este allium para convertirlo en un emblema de la región de Roscoff.
Esta cebolla tiene una bonita forma redonda a redonda aplanada. Se distingue de otras especies por su túnica y su carne rosada, pero también por su sabor y sus cualidades de conservación. No muy picante, dulce y jugosa, se puede comer tanto cruda como cocida.
DOP, garantía de calidad y trazabilidad
La Cebolla Roscoff obtuvo la DOC (Denominación de Origen Controlada) en 2009, luego la DOP (Denominación de Origen Protegida) en 2013. El pliego de condiciones de la DOP define el área geográfica, así como los métodos de cultivo, recolección, almacenamiento y envasado.
Para garantizar la trazabilidad de los productos y el cumplimiento del pliego de condiciones, los productores de Cebolla de Roscoff DOP están obligados a proporcionar a los organismos de control varios registros (origen de las semillas, métodos de cultivo, almacenamiento, acondicionamiento…). Los productores también envían declaraciones al Consorcio de tutela según un modelo validado por el Instituto Nacional de Origen y Calidad (INAO). Finalmente, la calidad de las cebollas amparadas por la denominación es controlada por comisiones organolépticas, que comprueban la tipicidad y calidad de los bulbos elaborados antes de su comercialización (examen visual, táctil y, si en necesario, cata).
Zona de producción de la Cebolla de Roscoff DOP
Los diferentes métodos de cultivo de la Cebolla de Roscoff DOP
Existen tres formas diferentes de plantar la Cebolla de Roscoff DOP.
El método más extendido en la actualidad es la siembra de plántulas, que garantiza una buena densidad de cultivo y, por tanto, asegura la cosecha de tamaños adecuados para hacer trenzas. Representa alrededor del 84% de la superficie de la Cebolla de Roscoff. Las plántulas son producidas por operadores de la zona geográfica. La siembra para producir plántulas se realiza a cubierto a partir de enero y la plantación tiene lugar a principios de abril.
La siembra directa representa el 15% de la superficie. La siembra se realiza en marzo. Este método conduce a una maduración más tardía que los otros métodos de producción (15 a 20 días).
Los bulbillos se producen a partir de semillas de cebolla sembradas a muy alta densidad. «En cuanto los bulbos alcanzan un tamaño muy pequeño, se arrancan para secarlos y volver a plantarlos al año siguiente.
La ventaja de este método es la capacidad de los bulbillos a florecer rápidamente». Esta capacidad de respuesta significa que los bulbillos pueden plantarse más tarde en la temporada y la carga de trabajo para los cultivadores puede repartirse a lo largo de varias semanas en la primavera. Sin embargo, los bulbillos sólo representan el 1% de la superficie de Cebolla de Roscoff.
Semillas / Plántulas / Bulbillos
Una cosecha en dos etapas
La primera etapa de la cosecha de la Cebolla de Roscoff DOP, el arranque, tiene lugar desde mediados de julio hasta el 25 de agosto, fecha límite impuesta por el pliego de condiciones de la DOP. Esta etapa consiste en pasar una cuchilla por debajo de la cebolla para cortar sus raíces. El objetivo de esta etapa esencial es detener la absorción de agua por parte de las raíces cuando la cebolla ha alcanzado el estado de madurez deseado. Esto permite una mejor conservación de la cebolla y también evita que se pierdan los aromas. A continuación, se deja la cebolla en el campo durante varios días para que se seque, antes de recogerla a mano o mecánicamente, con cuidado, ya que la Cebolla de Roscoff es frágil.
Secado, almacenamiento y envasado de la Cebollas de Roscoff DOP
Las Cebollas de Roscoff DOP se pueden almacenar hasta abril del año siguiente a la cosecha. Se pueden guardar al aire libre en palot de madera, al resguardo de la lluvia; en interior, en silo o palot de madera ventilado, así como en cámaras frigoríficas. Este último método de almacenamiento permite extender el período de envasado hasta finales de abril.
Antes de su comercialización, la Cebollas de Roscoff DOP debe estar muy seca. Para asegurarse, los bulbos son revisados uno por uno, a mano, por los productores, especialmente antes de ser trenzados. Nuestro equipo operativo los procesa nuevamente, en nuestro sitio de Cléder, antes del acondicionamento. No se pueden comercializar Cebollas de Roscoff DOP dañadas.
En Pouliquen, cada uno tiene su preferencia por consumir esta atípica cebolla, cruda o cocida, sola o acompañada… Para Yannis Moal, será simplemente « salteada en una sarten». ¿Hueles ese perfume delicadamente dulce? La Cebolla de Roscoff DOP te está esperando!
La ofrecemos en convencional, así como ecológica, en malla, ristra, Girsac y caja. Todos los detalles sobre la Cebolla de Roscoff DOP están disponibles en nuestro sitio web: convencional, así como ecológica.
Créditos de las fotos:
Pouliquen
Cámara de Agricultura de Bretaña – sucursal de Saint Pol de Léon
Consorcio de la DOP Cebolla de Roscoff
Maison des Johnnies et de la Cebolla de Roscoff
Organización bretona de selección
ÉCLO
La coliflor es una hortaliza emblemática del norte de Bretaña. Se cosecha a mano y se envasa directamente en el campo para evitar cualquier manipulación y garantizar un nivel muy alto de calidad y frescura. Descubra en este vídeo el trabajo de nuestros productores.
> Se vende en paquetes de 6, 8 u 11 piezas.
> Envasado en madera, cartón, IFCO y Europool.
Para saber más sobre esta hortaliza, pulse aquí.
Pour en savoir plus sur ce légume, c’est ici.
Desde 2015 Pouliquen recicla residuos orgánicos de su actividad de envasado de chalotas y cebollas. Las cáscaras y los alliums dañados, no aptos para el consumo, es decir, más de veinte toneladas de residuos por mes, se utilizan como insumos para la producción de biogás por metanización.
Lo llevamos hoy al pueblo de Lanhouarneau, a unos veinte kilómetros de la sede de la empresa, para descubrir la instalación de Paul Le Fur, agricultor y productor de biometano, partner de Pouliquen.
Recuperación de residuos orgánicos, una organización bien establecida
Cada día la actividad de envasado de chalotas y cebollas genera alrededor de una tonelada de residuos orgánicos, es decir, más de veinte toneladas al mes. Desde 2015, en Pouliquen, las cáscaras y los alliums dañados ya no son un residuo a eliminar, sino una valiosa materia prima que permite la producción de biometano.
Para reciclar estos residuos, se colocó un remolque agrícola en el exterior de la empresa. El sistema de aspiración, instalado encima de la línea de producción, descarga todo el material aspirado directamente en este remolque. También se depositan allí los bulbos que no son aptos para el consumo.
La metanización, una mezcla inteligente de materiales
Al llegar a la explotación, descubrimos dos grandes cúpulas a tiro de piedra del establo. Aquí es donde los residuos orgánicos se transforman en biogás. La planta de biogás se abastece de material varias veces al día: purines, estiércol vacuno y avícola, residuos vegetales… El biogás se controla de cerca. Co2, CH4, O2, Hidrógeno… Se realizan análisis varias veces al día, con el fin de determinar qué elementos hay que añadir para asegurar la producción de biometano, pero también para evitar que el ensuciamento del motor. El motor actual produce un promedio de 2400 kWh todos los días.
Producción de gas, ahorro energético y diversificación de cultivos
En su explotación, que gestiona en colaboración con su hermano Julien y su cuñada Annie Prigent, Paul le Fur ha diversificado las actividades. La granja ahora tiene 125 vacas lecheras, 80 novillas y una cría de cien mil pollos de engorde, destinados al mercado francés. Las 135 hectáreas de terreno se utilizan en su mayoría para la producción de cultivos destinados a la alimentación animal. Todos los residuos generados por estas actividades se revalorizan entrando en el ciclo de metanización.
« En el proceso de metanizacion, lo más importante es el digestor. Nos permite crear gas, pero también nos aporta calor para calentar viviendas y naves ganaderas. En verano también permite secar el heno destinado a los animales y obtener alimentos de mejor calidad que antes. »
La instalación de un metanizador ha permitido así a estos agricultores variar sus cultivos y, en particular, introducir heno de alfalfa en la dieta de su ganado. De hecho, el clima húmedo de Finisterre complica la producción de este forraje, que es sin embargo muy interesante desde el punto de vista nutricional. Pero el calor liberado por el digestor ahora permite secar el heno, resolviendo así el problema y al mismo tiempo aportando un valor añadido a la alimentación de las vacas.
Valorizar los residuos orgánicos para afrontar los retos energéticos y medioambientales
Toda la materia orgánica introducida en el metanizador no se transforma en gas. Los restos del ciclo de metanización producen una sustancia líquida, el digestato, que se utiliza como compost para fertilizar los campos. El nitrógeno amoniacal presente en el digestato reduce el uso de fertilizantes entre un 30 y un 50% según el año.
Diversificación de actividades que generan ingresos adicionales, creación de valor añadido en la alimentación del ganado, ahorro energético, reducción de la compra de fertilizantes…
« Nada se pierde, nada se crea, todo se transforma. » Desde hace más de 7 años Pouliquen participa en esta transformación reciclando los residuos orgánicos de la actividad de envasado de chalotas y cebollas. Un compromiso que forma parte del enfoque de RSE de la empresa.
Continuamos la presentación del equipo Pouliquen con la de su capitán, Gérard Quillévéré, codirector de la empresa desde 2018. Desde entonces, se encarga de la dirección de la empresa, así como de las misiones operativas, en particular de la comercial. Especialista en Alemania y en Italia, es el enlace entre el Sur y el Norte de Europa. Hijo de un productor, puro bretón y corredor de maratón ocasional, aquí está su retrato.
El comercio de hortalizas frescas «una continuación lógica»
Gérard creció en Lanhouarneau, a pocos kilómetros de la sede de Pouliquen, en la explotación familiar. Su padre era productor de hortalizas, así como de patatas de siembra. Fue miembro de SICA, la cooperativa Prince de Bretagne en Finisterre. Si Gérard no deseaba continuar a cargo de la explotación familiar, no abandonó el sector agrícola. De hecho, después de un BTS en comercio internacional, validó un año de especialización en la venta de frutas y verduras; luego, en 1994, se unió al Grupo Demex en el norte de Francia. En seguida trabajó para cooperativas de hortalizas que vendían sus productos bajo la marca «Perle du Nord». De 1999 a 2002 colaboró en la creación de Prymex, empresa especialisada en la comercialización de endibias. En 2002, volvió a Finisterre después de haber comprado, con Christophe Desmestre, director del grupo Demex, la empresa Pouliquen.
20 años en Pouliquen
Gérard Quillévéré, durante más de 20 años, ha estado al frente de la empresa Pouliquen, creada en 1917. Con el 5% de las acciones, ingresó en 2002, desempenandose como su director operativo. La facturación anual de la empresa era entonces de 3 millones de euros. Gérard permitió que la empresa creciera con fuerza, en particular al convertirse en la distribuidora oficial de Prince de Bretagne e igualmente desarrollar la actividad comercial de hortalizas frescas, además de la de chalotas y cebollas, actividad histórica de Pouliquen.
En 2018 compró todas las acciones del grupo Demex en conjunto con Pascal Jouen, quien era cliente de la empresa para grandes exportaciones durante 30 años. Además de la gestión de la empresa y del personal, Gérard asegura la gestión de las compras, en particular para Italia, uno de los principales mercados desarrollados en los últimos años en colaboración con Stéphanie Della Schiava, comercial para el Sur de Europa.
La empresa Pouliquen cuenta con 27 empleados y genera una facturación de 21 millones de euros.
Prince de Bretagne, garantía de volumen y soporte regional
«Mi padre era productor del SICA, siempre he estado inmerso en esto. Era el paso lógico. »
Pero este « paso lógico » también se basa en hechos tangibles.
«Prince de Bretagne nos ofrece una gran cantidad de productos, cantidades casi ilimitadas. Las cooperativas también nos permiten beneficiarnos de toda la infraestructura logística. »
Vinculado a Bretaña y ferviente defensor de su territorio, para Gérard Quillévéré, ser distribuidor Prince de Bretagne significa defender a los productores y su saber hacer. Estar ubicado en el corazón de la huerta bretona también representa la oportunidad de crear vínculos con los productores y estar en el terreno, con el fin de garantizar una calidad óptima del producto para los clientes, en todas las temporadas.
¿Su visión de las cosas? ¡Ser perseverante!
Gestionar y desarrollar un negocio puede ser como una carrera de fondo, por lo que Gérard continúa entrenando y trabajando en su resistencia incluso en su tiempo libre. Al esquiar en invierno, al navegar en los días soleados y al correr todo el año, ya ha logrado 14 maratones y tiene intención de correr aun más.

Alto, de pelo oscuro, treintañero, Florian Le Saint nos recibe a primera hora de la mañana en su explotación de Plouzévédé, a pocos kilómetros de la sede de Pouliquen. Aquí cultiva casi una docena de variedades de hortalizas ecológicas en unos pocos cientos de hectáreas, incluidos los prados y los puntos de agua. Estamos a mediados de julio, la cosecha de chalotas tradicionales ecológicas ha terminado, la siembra de coles y brócoli está en pleno apogeo.
Fue en 2016 que Florian, hijo de agricultores, se instaló allì y compró la explotación de un productor vecino que se jubilaba. Hoy, Florian tiene cuatro empleados de tiempo completo, incluida su madre, así como equipos de trabajadores de temporada que llegan para ayudar con la siembra y la cosecha.
La chalota tradicional ecológica: 100% Molène
Florian solo cultiva Molène, una variedad desarrollada por la OBS, la Organización Bretona de Selección. Esta variedad fue creada para permitir el desarrollo del cultivo de chalota ecológica y por tanto, sin fitosanitarios. Es especialmente resistente al Mildiú velloso, una serie de enfermedades fúngicas que pueden causar graves daños a las plantas. Esta variedad permite la cosecha de 15 toneladas de chalotas por hectárea, un rendimiento interesante en ecológico. El cultivo de chalotas tradicionales ecológicas requiere mucho trabajo y equipo, especialmente para deshierbar, que se realiza manualmente.
«Se necesitan 250 horas de trabajo por hectárea, o 3.000 horas para toda la explotación. Este año tan solo el deshierbe de las 12 hectáreas y media sembradas nos habrá llevado 625 horas. »
Florian Le Saint, productor de chalotas ecológicas.
Cultivo tradicional de chalotas ecológicas: un itinerario técnico sutilmente diseñado
En ecológico, las chalotas se plantan durante la primera quincena de febrero. El orificio perforado en la lona se adapta al tamaño del bulbo, para evitar el crecimiento de malas hierbas alrededor de la chalota. Esta especial atención prestada en el momento de la plantación permite posteriormente limitar el tiempo de deshierbe. Además del deshierbe manual, se deben realizar de tres a cuatro pases de azada entre las hileras de alliums. Esta operación se hace hilera por hilera. El arranque se realiza a finales de junio o principios de julio, según el año y las condiciones meteorológicas. Luego, las chalotas se dejan secar en el campo durante diez días.
« Este es el tiempo que tarda la savia en volver al bulbo. El secado se hace mejor en el campo que en la nevera. »
Dos o tres semanas después de la cosecha, las chalotas se someterán a una terapia de calor. Se conservarán durante siete días entre 30 y 35°C. A partir del 1 de octubre, las neveras estarán a cero grados. Esta es una especificidad de la chalota tradicional ecológica.
La fibra ecológica de padre a hijo
El padre de Florian se convirtió a orgánico en 1996. Fue uno de los primeros productores en haber creado la sección ecológica en la SICA, una sección regional que luego se formó con productores miembros de otros departamentos. A lo largo de los años, Florian ha visto que era posible producir hortalizas de calidad y lograr buenos rendimientos en ecológico. En el momento de su instalación, la pregunta no surgió. Su explotación sería orgánica o no lo sería.
« El planeta está ardiendo y todos los días cuando voy a trabajar, siento que estoy haciendo algo por el planeta. Creo que este modo de producción es más sostenible. »
Como cualquier explotación orgánica, Florian no utiliza fertilizantes minerales ni productos fitosanitarios. Egresado de un BTS agrícola ACSE (Análisis, Gestión y Estrategia de la Empresa Agrícola), tiene un fuerte interés en la agronomía y la labranza.
« Alimentamos nuestro suelo que alimenta la planta. Hay una alta rotación en nuestras parcelas. Allí se cultivan unas diez variedades de hortalizas, sin mencionar los cultivos de cobertura. En mi carrera, solo veré chalotas 4 o 5 veces en la misma parcela. »
Las 100 hectáreas de la explotación también incluyen prados permanentes, así como estanques, garantía de respeto por la biodiversidad.
El compromiso de Florian Le Saint no se limita a su explotación . De hecho, también es un referente de la chalota dentro de la SICA, la cooperativa Prince de Bretagne. A sus 31 años, tiene la intención de promover la agricultura ecológica durante muchos años.
